Presentación

Este blog pretende ofrecer una historia muy sucinta de Alemania y Austria, pero sobre todo del primer país, y centrada sobre todo en los dos últimos siglos, desde la invasión napoleónica.

viernes, 30 de enero de 2015

Batalla de los Vosgos

La Batalla de los Vosgos sucedió en el marco de la Guerra de las Galias. Tras vencer a los helvecios Julio César, al mando de seis legiones, se enfrentó a los suevos bajo el liderazgo de Ariovisto en el año 58 a. C. Esta batalla fue la tercera en importancia de la Guerra de las Galias. Los suevos cruzaron el Rin (es decir, a la Galia) buscando un lugar donde establecerse. Todavía no había empezado la principal rebelión gala, que se dio el año 52 a. C.

Antes de la batalla César y Ariovisto negociaron, pero la caballería sueva lanzó piedras contra la romana. César rompió las negociaciones pero dio instrucciones a sus hombres para que no tomaran represalias para que los suevos no contaran después que fueron engañados y llevados a una trampa por los romanos.

César estableció sus tropas en el pueblo de Besoncio (hoy Besanzón) entres líneas. Al empezar la batalla, los considerados por Roma germanos formaron delante de sus carromatos donde estaban sus familias, lo que les impedía la retirada. Al observar que la izquierda germana era más débil, César concentró sus tropas allí. Tras el choque inicial, los suevos aguantaron el empuje romano, pero la reserva al mando de Publio Craso atacó por el otro flanco con un movimiento de pinza y los hizo retroceder hasta atraparlos contra sus carromatos, por lo que fueron masacrados. Los supervivientes escaparon cruzando el Rin perseguidos por los romanos.

Batalla de Idistaviso


[El campo de Idistavisus, alrededor de 1895]

La Batalla de Idistaviso (año 16), también llamada Batalla del Río Wesser (o de Minden) fue, de algún modo, una venganza por la derrota de la Batalla del Bosque de Teotoburgo. Tras conocer la victoria, el pueblo romano lo celebró como una venganza realizada y, además, tras esta batalla, las legiones romanas se retiraron al oeste del Rin y nunca más intentaron conquistar la Germania transrenana o Germania Magna.

La localización de la batalla nunca se ha podido determinar. Las fuentes romanas la situan en un lugar llamado Idistaviso (los Anales de Tácito), pero lo único cierto conocido es que se encuentra en la orilla derecha del río Wesser, entre las ciudades de Minden y Hamelin, en la Alemania actual.

Las tribus germánicas solían evitar los combates a gran escala, pero mediante continuas incursiones romanas bien en el interior del territorio germánico, Germánico obligó a Arminio a enfrentársele al frente de una gran pero poco cohesionada coalición. Arminio ocultó parte de sus tropas en un bosque cercano para rodear por detrás a las legiones romanas, pero Germánico intuyó la maniobra y retrasó aún más su caballería, ocultándola en otro bosque, para atacar por detrás a esas tropas germánicas.

Aunque el número de tropas de uno y otro bando estaba muy igualado, la batalla supuso unas pérdidas mayores para los germánicos que para los bárbaros.

Después de la víctoria, Germánico volvió con sus tropas al Rin para pasar el invierno. Tiberio dio por terminadas las costosas campañas militares contra los germánicos. Arminio huyó de la batalla (dicen que manchando su cara con sangre para no ser reconocido) pero al año siguiente fue asesinado por otros jefes germánicos rivales.

viernes, 23 de enero de 2015

Los germanos

[En la imagen, mapa del Imperio Romano y de la Germania Magna a principios del siglo II y la localización de algunas tribus descrita por Tácito en Germania]

Los pueblos germánicos (también llamados teutónicos, suevos o góticos en la literatura antigua) son un pueblo etno-linguístico indoeuropeo proveniente del Norte de Europa, identificado por su uso de las lenguas germánicas, que se diferenciaron durante la Era del Hierro Romana del proto-germánico, una rama de la familia linguística indoeuropea (del proto-indoeuropeo). Esto significa que los pueblos germánicos se identifican más por el uso de la lengua que por la genética, ya que en sus migraciones hacia el sur, el este y el oeste durante el siglo I a. C., mezclaron sus genes con los pueblos prexistentes. De hecho se mezclaron con los galo-romanos, los hispano-romanos y los celtas. Muchos de estos pueblos ya se habían mezclado previamente con los pueblos primitivos preexistentes.

El adjetivo "germánico" tuvo su origen en los tiempos clásicos, cuando los autores romanos usaban esta palabra para denominar un grupo de pueblos determinados. Para ellos, el término no estaba referido al lenguaje, sino que lo usaban para denominar a un grupo de grupos tribales considerados menos civilizados y más fuertes físicamente que los galos que vivían en el territorio de la Francia moderna. Estas tribus llamadas germánicas por los romanos vivían al norte y al este de los galos.

En la actualidad el término ha sido usado para referirnos a unos grupos étnicos que hablan una lengua germánica, como los noruegos, los suecos, los daneses, los islandeses, los alemanes, los austríacos, los ingleses, los holandeses, los afrikaners, los flamencos, los frisianos y aquellos escoceses que hablan la lengua bajo-escocesa (y no aquellos que hablan el gaélico escocés).

La palabra latina "Germani" (plural de Germanus) parece que fue registrada en una inscripción de un Fasti Capitolini (un calendario que registra las fiestas) del año 222 antes de Cristo. Parece que es una palabra de origen galo (celta) que, posiblemente, derive de las palabras ger = cerca y mani = hombres. Entonces significaría vecinos.

Algunos pueblos germánicos (evidentemente no todos) se desplazaron al sur, al este y al oeste, produciendo lo que se denominó las invasiones germánicas. Al parecer, la causa fue un endurecimiento del clima, que empezó en el año 850 a. C., pero que se intensificó en el año 760 a. C. Es indudable que los protogermánicos tuvieran relación con la Cultura de Halsttat, que son los predecesores de los celtas.

Probablemente la zona norte de Europa fue visitada por comerciantes fenicios, griegos y tartésicos. Sin embargo, hay una cierta confusión de nombres, ya que los griegos no les llamaban germanos (ese nombre es de origen romano y posterior), sino galos o escitas (o incluso cimerios, denominación usada por Herodoto).

La confusión de nombres aumentó cuando Julio César llamaba germánicos tanto a algunos pueblos galos (por ejemplo, llamaba germánicos a los belgas, que en realidad eran galos y cuya tribu principal eran los eburones) como a germánicos. Un ejemplo:
"...all the rest of the Belgae were in arms; and that the Germans, who dwell on this side of the Rhine, had joined themselves to them." Traducido: "... todos los demás belgas estaban armados; y los germanos, que moraban a este lado del Rin, se habían unido a ellos."
Los romanos también llamaban germanos a los samartianos y a los escitas, ambos pueblos provenientes de Persia, actual Irán y que emigraron a las actuales Polonia y Ucrania. Los dos pueblos eran de origen indoeuropeo o, al menos, hablaban un idioma indoeuropeo. Y en el suroeste de la actual Alemania y el este de Suiza, es decir en esa zona alpina, vivían varios pueblos celtas.

En la actualidad, la palabra germano o germánico se usa para denominar a aquellos pueblos que hablan un idioma germánico. Pero en la época romana se utilizaba este término, tal como hemos dicho, para hablar de aquellos pueblos que vivían al norte del Danubio y al este del Rin. Me interesa recalcar esta diferencia.

LA GERMANIA DE JULIO CESAR


Julio César aseguró que las tribus germánicas que se encontró daban primacía a la guerra sobre la religión o la vida doméstica. A diferencia de los celtas, la religión germánica carecía de una clase sacerdotal y se centraba en la veneración de la naturaleza. César también afirmó que los varones dedicaban todas sus energías a conseguir un nombre destacado en las batallas.

César también describe la economía pastoral de las tribus seminómadas germánicas. También describe el desprecio de los germanos de las riquezas y los lujos, viviendo de las conquistas y las rapiñas. En este aspecto contrasta la falta de apetito de los germanos por la dolce vita con la de los romanos. También contrasta la belicosidad de los germanos con la carencia de esta en los más civilizados galos. En palabras del propio César:
"Antiguamente había una época en la que los galos sobrepasaban a los germanos en valor, y libraban guerras ofensivas contra ellos y, debido al gran número de sus gentes y la escasez de sus tierras, enviaban colonizadores a cruzar el Rin... pero la proximidad de la Provincia [romana de la Galia] y el conocimiento de las comodidades de los países allende del mar, los galos tendieron a la lujuria así como a la civilización. Acostumbrados poco a poco a verse superados y derrotados en muchos encuentros, ya ni siquiera se comparan ellos mismos en valor con los germanos."

LA GERMANIA DE TÁCITO


Otro romano  que describió a las tribus germanas fue Cornelio Tácito (55-120), que escribió un libro llamado Sobre el origen y territorio de los germanos, pero que habitualmente se le conoce como Germania. La diferencia temporal con César fue de 155 años, ya que este último nació en el año 100 a. C. La historia que cuenta este romano sobre los germanos es más objetiva que la de César. De sus fuentes, Tácito solo menciona a César, pero hay que añadir como fuentes suyas a Plinio el Viejo, así como a otros historiadores y geógrafos. En ningún lado consta que Tácito conociera a ningún germano y, por ello se supone que debió recoger las impresiones de mercaderes, soldados y viajeros en general que hubieran visitado el otro lado del Rin.

En una primera parte de su libro (capítulos 1 al 27) describe las tierras, las leyes y las costumbres de los germanos en general, mientras que en los capítulos siguientes describe a las distintas tribus germanas, empezando por las que viven más cerca del Impertio Romano y terminando con las que viven más lejos, es decir, en el báltico.

En un pasaje poco afortunado, sobre todo por la interpretación que los nacionalistas alemanes le dieron en la segunda mitad del siglo XIX y en la primera del siglo XX, describe a los germanos (capítulo 2) como una nación distinta, no una simple mezcla de sus vecinos, ya que nadie desearía vivir en una tierra con un clima tan horrible como el de Germania. Los describe como altos y fuertes, con piel clara, ojos azules y pelo rojo (capítulo 4). Es decir, como un pueblo con unas características físicas muy distintas a las de los romanos. Esto fue tomado como un reconocimiento de la pureza racial de los germanos. Una vez extraido la cita de su contexto, esto es lo que parece que dice, pero Tácito contrasta en el libro el vigor y la virtud de los "barbaros" con la decadencia y debilidad de los romanos. Tácito describe la estirpe impoluta de los germanos, que no se casan con otras razas, "un pueblo peculiar y puro como ningún otro." Teniendo en cuenta lo que hoy se sabe sobre el contacto y las mezclas entre celtas y germanos, y las lealtades fluidas entre los distintos pueblos germánicos, la descripción que hace Tácito de la pureza racial de los germanos es dudosa.

En el capítulo 7 asegura que los castigos son administrados por la clase sacerdotal (contrasta con la información proporcionada por César de que los germanos no tenían sacerdotes). En el capítulo 8 asegura que la opinión de las mujeres es tenida en cuenta.

La descripción que hace Tácito de las tácticas militares germanas es muy fiable. Según Tácito, las tribus germanas eligen a sus jefes guerreros según sus méritos y valor en la batalla. Más aún, los líderes germanos no ejercen una autoridad abritaria excesiva.
"Eligen a sus reyes según su tierra de nacimiento, y a sus generales en base a su coraje. La autoridad de sus reyes no es ilimitada o arbritaria, y los generales hacen más con el ejemplo que dando órdenes. Lideran a su pueblo porque son enérgicos y admirados, y porque luchan en el frente de batalla"
Para Tácito, el secreto de la formidable energía militar de los germanos podría ser la cohesión de su sociedad tribal. El autor romano mantiene que, a diferencia de las legiones imperiales de Roma, las bandas guerreras de germanos estaban compuestas de clanes y familias, y sus guerreros peleaban al lado de sus parientes, rivalizando por obtener su respeto. En esa sociedad guerrera los hombres buscan la estima de sus iguales a través de actos visibles de valor, cada uno tratando de rivalizar con el vecino en actos de valentía. Los jóvenes guerreros tratan de ganarse el respeto de sus parientes y el reconocimiento del jefe, quién repartía los objetos obtenidos del saqueo en relación al valor de sus guerreros. Podemos decir que era una sociedad meritorática. Según Tácito, los guerreros germanos llevaban a sus mujeres y niños al campo de batalla, siempre en retaguardia. A consecuencia de ello, los guerreros germanos obtenían más valor de las exhortaciones de sus mujeres, y mayor ferocidad del conocimiento de que defendían a sus familias de la masacre y la esclavitud.
"El mayor incentivo a la valentía es que ni el azar ni la agrupación desordenada [de los germanos] hace menos que la escuadra o la cuña [formaciones militares de ataque de las legiones romanas], sino que se ven acrecentados por la familia y el parentesco. Cerca de ellos están sus seres más queridos, oyen los lamentos de sus mujeres y los llantos de sus niños. Detrás de ellos están los ojos más preciosos de los hombres, sus testigos más valorados y los elogios que más ambiciona."
Continuando con su éxamen de las bandas guerreras tribales, Tácito también discute la naturaleza igualitaria de la vida política en las tribus germánicas en contraste con la dominación autócrata de los emperadores romanos. Según Tácito, las tribus germánicas realizaban asambleas periódicamente para deliberar sobre asuntos importantes. Mientras los jefes tenían el derecho de hablar primero, cada guerrero disfrutaba del derecho a dirigirse a la asamblea antes de que se tomaran decisiones por asentimiento mutuo. La cohesión de las bandas guerreras germánicas también fue mantenida mediante espléndidos banquetes con mucho alcohol, donde los guerreros disfrutaban de los botines obtenidos en la batalla y de la generosidad de sus jefes.

Si bien el tratamiento de Tácito de los ritos religiosos de los pueblos germánicos, basados en descripciones romanas anteriores, arroja poca luz sobre sus creencias, su relato de sus costumbres maritales alaba su moral: "El vínculo matrimonial entre ellos es estricto. No hallarás nada más digno de elogio". Para Tácito, la fidelidad marital de los pueblos germánicos es loable, en marcado contraste con la decadencia que el aristócrata romano percibía en los hogares del Imperio. Según Tácito, las tribus germánicas son monógamas y castigaban el adulterio con mucha dureza. Incluso la dote compartida por la joven pareja refleja el espiritu marcial de los germanos, ya que el novio entregaba a la novia "un escudo, una lanza o una espada, bueyes, un caballo y una brida," como regalo matrimonial y, ella misma, aporta, a su vez, alguna pieza de armadura a su marido.

La opinión de las mujeres era tenida en cuenta. En el capítulo 45 Tácito menciona que en la tribu escandinava de los suevos, el sexo que gobernaba era el femenino.

En los últimos capítulos de su libro Tácito describe las características de las distintas tribus germánicas y su localización. https://en.wikipedia.org/wiki/Germania_%28book%29

https://en.wikipedia.org/wiki/Germanic_peoples enlace

lunes, 12 de enero de 2015

Los pueblos germánicos Introducción


[El Hermannsdenkmal, un monumento construido en la parte sur del Bosque de Teutoburgo y dedicado a Arminio (Hermann), está situado en Renania del Norte-Westfalia (occidente de Alemania y frontera con Francia). El monumento conmemora al jefe de los queruscos, Arminio, que venció a las legiones romanas en la batalla del Bosque de Teutoburgo. Este monumento se convirtió en un punto de adoración y encuentro de los nacionalistas alemanes desde su construcción en 1875. A pesar de esta parafernalia nacionalista, hay bastantes indicios de que tanto los queruscos como su jefe Arminio podrían ser celtas.]

ANTECEDENTES


Mientras Julio César y sus legiones humillan a los pueblos celtas durante su campaña gala, un pueblo guerrero que llegó a la región de Europa Central desde el este durante el siglo I a. C. pronto demostraron la dificultad de vencerles. A lo largo de las fronteras (limes) naturales que representan los rios Rin y Danubio, esos pueblos conocidos como las trubus germánicas, construyeron una sociedad marcada por su naturaleza igualitaria y por su poder bélico. Si bien Julio César había conquistado la Galia y la había anexionado al Estado romano como Provincia, eso no significaba que la situación fuera definitivamente pacífica en todo su territorio. La provincia tenía una larga frontera con Germania, y los pueblos germanos, que estaban tan habituados a guerrear, la atravesaban constantemente, sembrando la destrucción no sólo entre los galos, sino entre los propios romanos que empezaban a asentarse en la Galia. En 16 a. C. un ejército formado por tropas de los sicambrios, téncteros y usípetes tendió una emboscada al ejército del gobernador Marco Lolio y lo derrotó, provocando incluso la pérdida del estandarte de la Legio V Alaudae (el águila imperial), lo que por entonces era considerado motivo de vergüenza militar. Según Veleyo Patérculo, esta larga campaña daba muestra de la «ferocidad» y sentido de la independencia del pueblo suevo.

Como reacción a todas estas incursiones, Roma comenzó operaciones de castigo en territorio transrenano. Druso avanzó hacia el este hasta los márgenes del río Elba mientras que Tiberio combatió durante tres años al rey de los suevos, Marbod, tras reunir un enorme ejército compuesto por diez legiones, setenta cohortes de infantería auxiliar, catorce alas de caballería y un gran número de aliados, esto es, cerca de 100.000 hombres. Aunque los ejércitos romanos cruzaron el Rin y llegaron al Elba, no se puede pensar que ejercieran un dominio sobre todo ese territorio, sino más bien sobre algunas zonas dispersas y por ello debían mantener una fuerte presencia militar en el área. Al final acabaron retirándose a sus posiciones tras el Rin, que fue durante varios siglos, la frontera entre romanos y germanos.

La Batalla del Bosque de Teutoburgo (en alemán Schlacht im Teutoburger Wald, Hermannsschlacht or Varusschlacht), descrita en latín por los historiadores romanos como clades Variana (el desastre de Varo) en la Selva o Bosque de Teutoburgo en el año 9 d. C., cuando una alianza de tribus germánicas emboscaron y destruyeron por completo tres legiones romanas y sus legiones auxiliares dirigidas por Publio Quintilio Varo. La alianza anti-romana fue dirigida por Arminio, quién había adquirido la ciudadanía romana y recibido una educación militar romana, lo que le permitió engañar al comandante romano y prever las respuestas tácticas del ejército romano.

PUBLIO QUINTILO VARIO


Varo fue un militar romano cuyo padre, Sexto Quintilio Varo, militó en la guerra civil romana y quizás estuvo implicado en el asesinato de Julio César. Sexto se suicidó tras la Batalla de Filipos. Se da la coincidencia que Varo se suicidó en la Batalla de Bosque de Teotoburgo en el año 9, tal como veremos a continuación. Su nombre se escribe en ocasiones como Varro.

Varo provenía de una familia patricia pero arruinada y que no jugaba ningún papel importante en Roma. Su padre, Sexto Quintilio Varo fue questor en el año 49 a. C., y después senador. Mientras estaba en este puesto, se alineó con el Partido Senatorial (o Republicano) en la guerra civil contra Julio César.

Varo, a pesar de la afiliación de su padre con el bando republicano, debió su ascenso al favor del emperador Cayo Julio César Augusto (63 a. C. - 14 d. C.), también llamado «Octavio», «Octaviano» o «Augusto», del cual se mostró partidario muy pronto, reforzando los lazos mediante su matrimonio con la hija de Agripa, Vipsania Marcela Agrippina, su segunda esposa de tres, que a su vez, era nieta del emperador. Así consiguió la amistad del propio Augusto y de su suegro Agripa, siendo Varo el encargado de leer el elogio fúnebre de éste.

Fue elegido cónsul en el año 13 a. C., para ser nombrado después procónsul en África (del 8 al 7) y legado propretor en Siria (del 7 al 6). Fue un gobernador duro que aumentó mucho los impuestos. En Judea sofocó duramente el levantamiento judío tras la muerte de Herodes I El Grande (4 a. C.), consiguiendo una importante fortuna personal. Después de ocupar Jerusalem, crucificó a 2.000 rebeldes judíos. Como suele ocurrir en estos casos, su dura manera de gobernar fue una de las causas del creciente sentimiento anti-romano en Judea. Los registros arqueológicos demuestran las masivas protestas contra la crueldad de Varo. Además se benefició económicamente de su gestión. Un historiador antiguo resumió su etapa de gobierno en Siria diciendo "Llegó pobre a una provincia rica y salió rico dejando una provincia pobre".

Mientras tanto, entre el 10 y el 6 a. C., Tiberio, su hermano Druso, Lucio Domitio y Germánico Julio César lideraron amplias campañas en Germania, que entonces comprendía el área al norte del Danubio superior y al este del Rin. en un intento de expandir las fronteras del Imperio Romano hacia el este y hacia el norte.

Augusto lo envió en el año 6 como legado a la provincia de Germania Magna, zona que había sido añadida al imperio tras las incursiones de Druso primero y Tiberio después, pero esa dominación era más nominal que real y Varo debía afianzar el dominio y recaudar impuestos. Sin embargo, su extrema codicia, su falta de sensibilidad y el uso de métodos de romanización demasiado expeditivos le hicieron incurrir en diversos errores de gobierno, que le llevaron finalmente a provocar el descontento general y a convertirse en una figura muy impopular entre la población germana. Dión Casio señalaba que un jefe germano, que había participado en otra rebelión anterior, ya había dicho "Vosotros los romanos os buscáis los problemas solos. No enviáis perros y pastores para vigilar vuestros rebaños, sino que colocáis lobos hambrientos".

Las últimas horas de Varo las vamos a relatar a continuación. https://en.wikipedia.org/wiki/Publius_Quinctilius_Varus

ARMINIO


Arminio era un germano romanizado que había obtenido la ciudadanía e incluso el grado ecuestre. Era el jefe de uno de los contingentes militares auxiliares romanos, es decir, que combatió al lado de los romanos hasta que un buen día, agarró un cabreo de mil pares de cojones y engañó a sus jefes romanos. La causa de semejante cambio de actitud puede ser por la ineptitud de los romanos en general o de Varo en particular. En la segunda mitad del siglo XIX los nacionalistas alemanes lo convirtieron en un héroe germano, pero la pura realidad es que cambió de bando. Sus razones tendría para hacerlo.
El nombre del jefe de los queruscos, Arminio (Arminius), es una variante latinizada del nombre germano Armin (Armen). Muy posteriormente, el nombre Hermann (‘hombre de guerra’ o guerrero) fue considerado una traducción del latín Arminius, probablemente por el reformador religioso Martín Lutero (1483-1546), quien quería usarlo como un símbolo de la lucha de los germanos contra Roma.

LOS QUERUSCOS


Los queruscos (en latín, Cherusci; en alemán: Cherusker) fueron una tribu germánica (tomando el calificativo romano) que habitó partes del valle del Rin y el norte de las llanuras y los bosques del noroeste de Alemania, en la zona comprendida entre la actual Osnabrück y Hanóver, durante el siglo I a. C. y el siglo I d. C. Posteriormente fueron absorbidos por la confederación tribal de los francos, un pueblo germano que construyó un reino en la Francia oriental. Su nombre se refiere a un ciervo (alemán: Hirsch), más precisamente a su cuerno, que en galo se decía Kern, nación a la que probablemente, lo que evidencia la íntima relación entre algunos pueblos galos y algunos pueblos germánicos.

La primera mención histórica de los queruscos ocurre en el libro 6.10 de Julio César, Comentarios a la guerra de las Galias, que relata los acontecimientos ocurridos el 53 a. C. César relata que cruzó el Rin de nuevo para castigar a los suevos por el envío de refuerzos a los tréveros o treviros. Menciona que el bosque Bacenis (Silva Bacenis) separaba el territorio de los queruscos del de los suevos. En el 12 a. C., los queruscos y otras tribus de lo que para los latinos era la Germania, fueron subyugados por los romanos.

Roma trató de ampliar sus territorios en el norte de Europa, más allá del Rin, explotando las divisiones dentro de los queruscos, tal como hizo primero con los galos, y durante algún tiempo la tribu se la consideró un aliado romano. En este momento, la tribu se dividió entre Arminio (conocido en el moderno alemán como "Hermann der Cherusker", aunque su nombre más probable sería Armin) y Segestes (valga notar que este último nombre también acusa origen galo, ampliamente difundido en las Galias). Arminio abogó por romper la lealtad a Roma y declaró su independencia, mientras que Segestes quiso permanecer fiel. Alrededor del 8 a. C., Arminio había ganado la delantera y comenzó a planificar la rebelión. Segestes advirtió reiteradamente a Publio Quintilio Varo, el gobernador de la Galia, de que la rebelión estaba prevista, pero Varo se negó a actuar hasta que la rebelión hubiera estallado.

LAS CAUSAS


Las causas últimas de la rebelión, además del ánimo independiente que caracterizaba a los germanos según los autores clásicos, hay que buscarlas en el intento que hizo el propio Varo por imponer el sistema jurídico romano y por una excesiva presión impositiva. Según las fuentes, Varo trabó particular relación con los queruscos (tribu que ocupaba la zona en torno a la moderna ciudad de Hannover), incluido un destacado joven de ella, Arminio, de 25 años; éste era jefe de un contingente de auxilia, y, además, ciudadano romano y miembro de la clase de los equites. Quizás por ello Varo no adivinó que el germano lo veía como un invasor y conspiraba contra él con los jefes de otros grupos germanos: marsos, chatti y brúcteros. Algunos de los jefes trataron de prevenirle, pero Varo prestó más atención a Arminio y los queruscos, llegando a conceder a los conspiradores destacamentos de legionarios, bajo la excusa de que los necesitaban para guarnecer ciertos puestos y escoltar los convoyes de suministro para el ejército romano.

LA BATALLA


Cuando acabó el verano y llegó el momento de levantar los cuarteles para trasladarse hacia el Rin a fin de pasar el invierno, recibió un informe acerca de un levantamiento local que le indujo a dar respuesta inmediata, en la mejor tradición romana, aunque tenía que efectuar un rodeo hacia el noroeste a través de una agreste región boscosa al frente de un ejército entorpecido por una enorme cantidad de equipaje, y al que había que añadir una buena cantidad de civiles que seguían a las legiones en sus desplazamientos (desde comerciantes de todo tipo a prostitutas) amén de esclavos personales y algunas de las familias de los oficiales.

En este contexto se produjo la emboscada: Tanto Arminio como los exploradores germanos habían abandonado la formación, y la columna romana avanzaba muy lentamente debido a la cantidad demasiado grande de hombres, sirvientes y equipajes y además posiblemente iban derribando árboles y haciendo senderos y caminos sobre los pantanos, hasta que llegaron a un espeso bosque.

Al parecer, los germanos habían cortado los troncos de los árboles a los lados de la marcha del ejército romano, aunque de tal manera que aún se sostenían en pie, y aprovechando que se desató una tremenda tormenta, los empujaron de tal modo que cayeron sobre las legiones provocando el consiguiente desorden en sus filas. Aprovechándose de dicho desconcierto, los germanos se lanzaron al ataque, en primer lugar mediante una lluvia de flechas, pero una vez sembrada la confusión, se trabaron en un cuerpo a cuerpo que los romanos no pudieron resistir debido al desorden que no les había permitido formarse correctamente. Los hallazgos arqueológicos en Kalkriese parecen apoyar esta versión de Dión Casio y señalar un primer choque, quizá contra el destacamento del legado, pero, según este autor latino y otras fuentes, Varo no murió ese día.

Tras el primer asalto que, aunque debió haber sido una gran sorpresa, no pudo ser de la contundencia necesaria para vencer a tres legiones compuestas de profesionales que no podían ser derrotados de un solo golpe, ni siquiera cuando estaban siendo atacados en terreno difícil, las legiones intentaron reagruparse y salieron a terreno despejado. pero en cuanto penetraron de nuevo en los densos bosques que les rodeaban, los germanos volvieron al ataque. El pesado equipo de las legiones (el scutum, dos pila, la espada, la lorica, etc.) era muy apropiado para los enfrentamientos en terrenos despejados, pero en lugares como Teutoburgo no eran más que estorbo. Sin embargo, los germanos mucho más ligeramente armados tenían una movilidad mayor que les permitía atacar y alejarse rápidamente antes de sufrir considerables daños.

Ante esta situación el jefe de la caballería romana, Numonio Vala, perdió la calma y huyó a la cabeza de su regimiento con la esperanza de alcanzar el Rin, pero tanto él como su destacamento fueron alcanzados y aniquilados. Varo fue herido y se dio cuenta de lo que le harían los germanos si lo capturaban con vida. Para evitar tal destino, se suicidó, y algunos miembros de su Estado Mayor siguieron su ejemplo. Los dos legados que quedaron al mando no sobrevivieron mucho tiempo: uno de ellos, Lucio Egio, ofreció equivocadamente una capitulación, que se convirtió en matanza, y el otro, llamado Cejonio, cayó luchando cuando los queruscos entraron al asalto de su campamento, que había formado con carros de la impedimenta. Los germanos quemaron el cadáver de Varo, le cortaron la cabeza y se la enviaron a Augusto en Roma, donde a pesar de todo, fue enterrada con honores en el panteón familiar.

El resto de las tropas, diseminadas y sin oficiales o jefes, intentaron una retirada que les llevó a pasar por la plaza fuerte de los germanos, en las laderas de la colina Kalkriese, lugar cercano a la actual Osnabrück, pero no debieron haber podido destruir la posición germana. Los restos arqueológicos sugieren que hubo luchas al pie de la colina y que los legionarios siguieron a lo largo de la elevación, por lo que los guerreros germánicos debieron haber matado a muchísimos de ellos desde arriba. El registro arqueológico indica que debió haber luchas en el desfiladero y que los romanos fueron expulsados; los legionarios abandonaron el bagaje o lo quemaron y los grupos dispersos por la región fueron cazados y exterminados a lo largo de las jornadas siguientes.

El joven oficial Casio Querea, que se haría famoso en la Historia por matar al emperador Calígula, dirigió la huida de algunos legionarios amparados por la oscuridad de la noche, gracias a los cuales se conoció la historia del desastre. Es imposible calcular las bajas que se produjeron en uno y otro campo. Las romanas debieron ser enormes, ya que las legiones estaban compuestas por unos 5.000 a 6.000 hombres, mas las cohortes auxiliares y los civiles: la mayoría fueron muertos o capturados y ofrecidos como sacrificio, como era costumbre entre los pueblos germanos y celtas. En cuanto a las bajas germanas, resultan absolutamente incuantificables.

LAS CONSECUENCIAS


La clades variana ('la derrota de Varo') alteró al Emperador Augusto más que ninguna otra cosa en su larga vida. El historiador romano Suetonio señaló que aquél se tomó el desastre tan a pecho que «siempre celebró el aniversario como un día de profundo pesar» y «a menudo se golpeaba la cabeza contra una puerta y gritaba: "Quintili Vare, legiones redde! = ¡Varo, devuélveme mis legiones!". Se extendió un temor a que la derrota provocara una invasión de los germanos y una rebelión de los galos —que no se produjo—, ante lo que el emperador Tiberio, sucesor de Augusto, tomó medidas enérgicas: destituyó a todos los germanos y galos que había en su guardia personal y adoptó la decisión de mandar a su sobrino Julio César Germánico a rescatar las águilas de las tres legiones (objetos sagrados para los romanos) enviándolo al mando de ocho legiones (unos 50.000 hombres), para hallar el lugar de la batalla, dar a los muertos el destino necesario, recuperar lo posible y, sobre todo, para no dar una imagen de debilidad. Germánico cumplió con todo lo encomendado, en especial encontrando el sitio del desastre.

Julio César Germánico, aunque no logró capturar ni matar a Arminio, lo derrotó en la batalla de Idistaviso y aplastó su levantamiento. Tras recuperar los objetos sagrados (sobre todo, los estandartes, de los que recuperó dos), volvió a Roma en triunfo y depositó las águilas y demás objetos encontrados en el Templo de Júpiter.

El sitio exacto de la batalla de Teutoburgo fue desconocido durante mucho tiempo, habiéndose propuesto un gran número de emplazamientos posibles. El historiador alemán Theodor Mommsen ubicó la batalla cerca de las fuentes del Hunte, al norte de Osnabrück y lejos de las colinas; pero la mayoría de los eruditos preferían algún sitio en la parte central de la cadena montañosa boscosa de Teutoburgo (de 110 km de largo y de unos 10 km de ancho).

Hasta que en 1987 un arqueólogo aficionado británico, Anthony Clunn, halló 162 monedas romanas conocidas como denarios y tres bolas de plomo del tipo usado en las hondas del ejército romano, y la posterior investigación a cargo de los arqueólogos profesionales dirigidos por Wolfgang Schlüter, condujo a una prueba convincente de que la batalla tuvo lugar al norte de la colina Kalkriese, (52°24'23''N 8°07'50''E) entre los pueblos de Engter y Venne, en el borde norte del bosque de Teutoburgo (Teutoburger Wald), 15,5 km al nornoroeste de la moderna ciudad de Osnabrück (180 km al noreste de Colonia, Alemania). El sitio es uno de los pocos lugares donde los arqueólogos han descubierto el lugar de una batalla histórica. Estas excavaciones y los hallazgos efectuados han contribuido decisivamente a la comprensión de lo que pasó en la emboscada.

En el lugar de la emboscada se ha construido un museo que alberga buena parte de los descubrimientos hechos en las excavaciones, así como representaciones de la batalla y dioramas.

Cabe decir que la batalla fue realmente importante, pero menos de lo que tradicionalmente se ha venido en considerar, la provincia fue fortalecida mediante un sistema de empalizadas y torres de vigilancia, alternados con auténticos campamentos legionarios, lo que se denominó limes, desde donde examinaban con atención los acontecimientos transrenanos y, de vez en cuando, hacían incursiones en terreno germano.

El prestigio militar de Roma no se vio en realidad muy mermado, ya que lo recuperó en gran medida gracias a las expediciones y victorias de Julio César Germánico, pero la matanza sí constituyó un hecho luctuoso de gran magnitud, y en su momento incluso de alarma, hasta tal punto que los números de las legiones derrotadas (XVII, XVIII y XIX) jamás fueron vueltos a utilizar en toda la historia militar del Imperio romano.

Mucho antes de que Hitler llegara al poder, incluso mucho antes de nacer este demonio, la Batalla de Teutoburgo ya se había consagrado como un mito para los nacionalistas alemanes. En el contexto del surgimiento nacionalista alemán de la segunda mitad del siglo XIX, los propagandistas convirtieron a Arminio y a Varo en símbolos de una eterna oposición entre los «nobles salvajes» germánicos y sus enemigos latinos, evocando la rivalidad entre el Imperio Alemán y Francia afirmada tras la Guerra Franco-prusiana en 1870. En 1875 se construyó en Grotenburg33 una estatua de Arminio de 17 m cuya espada apunta hacia Francia, el eterno enemigo alemán, obra de E. von Bandel, sobre un pedestal de 30 m, conocida popularmente por el nombre de Hermann (versión alemana de Armin o Arminio).

CONCLUSIÓN


Aunque los nacionalistas alemanes construyeron un mito sobre Arminio, la verdad es que este hombre era un germano romanizado que se rebeló contra sus patrones romanos por el maltrato de Varo. El nacionalismo, uno de los padres del fascismo, tergirversó completamente la historia hasta construir el mito del luchador nacionalista sobre el mito de un germano que se rebeló únicamente por tener un jefe pésimo. Por eso me he explayado sobre el gobierno de Varo en la provincia romana de Siria. El nacionalismo es una construcción político ideológica del siglo XIX. La prueba del nueve es que los alemanes siempre vivieron separados y con gobiernos distintos hasta 1871. A los queruscos de Arminio solo les interesaba el bienestar de su tribu, no él del resto de las tribus germánicas, con las que muchas veces se enfrentaban.

Se sabe que Arminio pudo huir. Se rumoreó que entre las tropas auxiiares romanas habían queruscos y que le ayudaron a huir.

Más sobre los celtas

Viene de este post. La escasez de fuentes escritas sobre los celtas que que habitaron territorio alemán nos obliga a hablar sobre los galos franceses, en la esperanza de que sirva para los primeros. La principal fuente escrita es Los comentarios sobre la guerra de las galias, de Julio César. Esta guerra abrió camino a César en su carrera política posterior y fue la principal conquista desde Alejandro Magno. Como es el testimonio de un vencedor es muy parcial, pero contiene bastantes datos etnográficos que nos acerca a los galos.

Una tribu celta aliada de Roma, los Heduos (o Eduos) piden ayuda a César porque han sido derrotados por sus enemigos, los suécanos y los suevos (liderados por Ariovisto). Los suevos, una tribu germánica que había llegado recientemente a la región procedente del Báltico, se sumaron en el ataque a los Heduos. Por otra parte, otra tribu celta, los Helvecios, que habitaban en el territorio de la actual Suiza, fueron empujados a la fuerza por otras tribus germánicas, se desplazaron hacia el oeste. Todos estos movimientos de pueblos celtas y germanos empiezan a amenazar las fronteras norte del Imperio Romano. En el año 58 a. C. Cesar manda una expedición militar contra los suécanos, suevos y helvecios, a los que derrota pronto, pero decide atacar a otras tribus de la zona. Durante los dos siguientes años, César derrota y masacra salvajemente a varias tribus galas y germánicas que vivián en las Galias. Estas brutales campañas militares se desarrollan en los dos años siguientes, y extiende el Imperio Romano hasta el Mar del Norte, donde los romanos derrotan a los belgas. César incluso invade la Gran Bretaña celta en el año 55.

Entre el 52 y el 51, los romanos sofocan dos revueltas galas en el territorio ocupado. La primera fue llevada a cabo por Ambiórix, jefe de los eburones, una tribu de la que no se ha conseguido determinar si eran celtas o galos. Los eburones vivían en el lado occidental del Rin, hoy territorio alemán. Ambiórix derrotó a una legión romana en la batalla de Adautaca (54 a. C.). Julio César prometió no cortarse el pelo ni bañarse hasta vengar la desparición de la legión. A pesar de la dificultad del terreno, muy boscoso y pantanoso, César arrasó la región con 50.000 hombres (10 legiones), borrando de la faz de la tierra a los eburones y los tréveros. Posiblemente Ambiórix huyó con los eburones sobrevivientes al otro lado del río Rin, aunque no se sabe nada sobre su destino, Catuvolco por su parte se envenenó para evitar el castigo romano.

En la segunda revuelta que sofocó Julio César, el jefe romano derrotó a Vercingetorix, jefe galo de la tribu de los avernos, cuyo nombre significa "los que son superiores". Como siempre pasa, este tipo de nombres pretenciosos no explica nada más que la vanidad de sus creadores.

Vercingetórix fue un gran líder militar, cuya acción está basada en dos principios:
  • mplantación de una resistencia organizada con la capacidad de hostigar sin descanso a los efectivos romanos ubicados en su territorio. Vercingétorix se percató de la dependencia de suministros del ejército enemigo, y a fin de desestabilizarle dirigió una «táctica de tierra quemada».
  • Establecimiento de relaciones diplomáticas con la mayor parte de las tribus galas con el objetivo de unirlas contra el dominio romano.
Sin embargo, Vercingetorix no logró unificar a todas las tribus galas. Julio César logró pactar con varias tibus galas, como los boyos, que se pusieron del lado de los romanos. Los avernos vivían en el Macizo Central, en el centro-sur de Francia, una zona elevada de montañas y mesetas. Durante su levantamiento contra los romanos, Vercingetorix usó una táctica de guerra de guerrilas, con golpes breves y retiradas, especialmente sobre la retaguardia romana. La acción militar con resultado victorioso para los galos fue en el Sitio de Gergovia, capital de los avernos (año 53 a. C.).

Pero fue la batalla de Alesia (octubre del año 52 a. C.) cuando se acabó la Guerra de las Galias. En el asedio a la ciudad, César siguió el mismo plan que siguió Publio Cornelio Escipión Emiliano en el asedio a Numancia. Construyó un muro alrededor de la ciudad y evitó que los galos recinieran agua y alimentos. La victoria, por hambre y sed (134 y 133 a. C.),  Los galos se rindieron, a tiempo para los romanos, pues el ejército galo en ayuda de los sitiados estaba cerca y los romanos estaban al límite sus fuerzas.

La derrota en Alesia se basó en la superioridad logística y armamentística de los romanos, a la falta de entendimiento entre los diversos líderes galos, poco acostumbrados a luchar juntos, y sobre todo, a la demora del ejército de socorro.

Conclusiones:

Hemos hablado sobre los galos porque no hay apenas testimonios escritos sobre los celtas alemanes. Los galos no eran como los romanos, quienes estaban unificados bajo un mando central y eran un solo pueblo. Los galos estaban divididos en tribus, que muchas veces luchaban entre si. Ni siquiera se conoce el número exacto de tribus galas ni sus nombres. Vercingetorix consiguió, en el sitio de Alesia, unir a todas las tribus galas en contra de los romanos (en la batalla de Alesia llegó a tener 80.000 soldados, un número mayor que los 50.000 legionarios romanos), pero evidentemente consiguió la unidad gala demasiado tarde (el ejército de auxilio que había pedido a las otras tribus galas llegó demasiado tarde, y también fue derrotado por los romanos). Julio César se aprovechó de las divisione y peleas entre las tibus galas para conseguir aliados y dividir al enemigo. Ya hemos visto que los Heduos fueron los primeros galos aliados con los romanos en sus disputas, pero no fueron los últimos).

En sus Comentarios sobre la Guerra de las Galias, Julio César asegura que las tribus más belicosas eran las más alejadas de la influencia civilizadora romana:
"De todas ellas, los belgas son los más valientes y están más lejos de la civilización y el refinamiento de nuestra Provincia, y los mercaderes los frecuentan menos, y no importan esas cosas que feminizan sus mentes; y los alemanes son los que les siguen, que viven más allá del Rin y que están continuamente en guerra. Por esta razón los helvecios también sobrepasan al resto de los galos [de Francia] en valor, ya que están diariamente batallando con los alemanes..."
César también descibe a los celtas, como su organización social basada en clanes, la naturaleza igualitaria de sus sociedades, formada por bandas de guerreros lideradas por sus jefes que son los guerreros que se destacan por su valor y que cementan la lealtad de sus tribus mediante espléndidos regalos y banquetes rituales (veáse el final de los tomos de Obélix y Asrerix), impresiones confirmadas por las recientes escavaciones de cementerios celtas. Los arqueólogos han encontrado los restos inhumados de jefes celtas enterrados con decenas de armas, carros de guerra, muchos cuernos de beber, lo que significa que los jefes eran enterrados con su equipo para guerrear y celebrar banquetes en la otra vida.

La religión de los celtas es mucho más desconocida que su organización social. Los celtas no escribían, así que trasmitían su religión por vía oral, lo que obligaba a sus sacerdotes (los druidas) a memorizarla. Sin embargo, los romanos nos dan alguna idea de su religión. Julio César nos da, otra vez, una idea sobre ellos:
"Los druidas no van a la guerra, no pagan impuestos y están exentos del servicio militar. Alentados por estas ventajas, muchos padres envían a sus hijos con los druidas. Se dice que aprenden un gran número de versos. Algunos están en este período de aprendizaje hasta veinte años. Aunque suelen escribir con caracteres griegos sus transacciones comerciales, no escriben sus leyes. Me parece que esta práctica se debe a dos razones: no desean que sus doctrinas sean divulgadas entre la masa del pueblo [...]; y cómo suele ocurrir entre aquellos que saben leer, no ejercitan su memoria.

Ellos desean inculcar como uno de sus rincipales postulados, que las almas no se extinguen, sino que pasan después de la muerte de un cuerpo a otro, y piensan que con este principio, los guerreros acrecientan su valor, ya que ignoran el miedo a la muerte."
Está claro que los celtas creían en la reencarnación.

De acuerdo con escritores romanos, como Plinio el Viejo (alrededor del 23 d. C. - 79 d. C.), parece ser que los druidas eran tanto sacerdotes como monjes, presidían los ritos religiosos y preservaban la religión celta memorizando miles de versos sagrados. Los druidas también practicaban el animismo, la doración de los espíritus de la naturaleza, y se reunían en encinares sagrados esparidos con muérdago. Los romanos también describieron a los druidas como adivinos, que predecían el futuro observando el vuelo de las aves, y a través del éxamen de las entrañas de los animales sacrificados en rituales sagrados. Los druidas tenían un gran prestigio entre su pueblo. Según los romanos, los druidas también realizaban sacrificios humanos. Los rmanos prohibieron la religión celta y, cuando llegó a fines del siglo I a. C., esta ya había desparecido y no sobrevivió ningún escrito celta sobre su religión.

Hemos visto que César se enfretó a una tribu germana, los suevos, en el territorio de la actual Francia. Estos habían cruzado el Rin, rio que los romanos convirtieron en frontera entre ellos y los pueblos germánicos. Las próximas entradas están dedicadas a las tribus bárbaras germánicas.

sábado, 10 de enero de 2015

Los celtas en Alemania

La cultura más ampliamente difundida y más avanzada que llamó a Alemania patria durante el período prehistórico fueron los celtas, un conjunto de pueblos destacados que llegó a la región en algún momento de la Edad de Bronce. Todos ellos hablaban un conjunto de idiomas llamados celtas. La división de la Edad de los Metales entres (cobre, bronce y hierro) se caracteriza por poner el énfasis en el cambio tecnológico en vez de en el cambio social, aunque se supone que las tres Edades de los Metales alentaron el comercio a larga distancia, una cierta especialización laboral y el aumento de la diferenciación social. También se va abandonando el uso de la piedra como elemento principal para la elaboración de artefactos, aunque este proceso no se culmina hasta la aparición de la Edad del Hierro. El bronce (una aleación de cobre y estaño) es más duro que el cobre, y no se oxida con tanta facilidad como éste.

Los celtas vivieron en la región durante siglos antes de que los escritores e historiadores griegos y romanos escribieran sobre ellos. Dominaron gran parte de Europa, desde la Península Ibérica hasta Hungría, y de Irlanda al Mediterráneo. También fueron celtas los gálatas, un purblo de orígen galo que se asentó en el centro de la península de Anatolia. Aunque sus orígenes son oscuros, algunos expertos creen que las cultura de los campos de urnas fueron sus ancestros, llamados así porque quemaban a sus muertos y enterraban sus cenizas en urnas. El bronce fue introducido en Europa Central en el período 1800-1600 a. C. En el bronce antiguo, los celtas, que ocupaban la república Checa, la Alemania del centro-sur y el oeste de Polonia criaban bueyes, cerdos y caballos y cultivaban cereales. Explotaban minas de cobre, estaño y oro, y establecieron amplios contactos comerciales en una amplia zona que abarcaba desde el vecino Báltico hasta la Grecia micénica y las Islas Británicas. Vivían en aldeas situadas sobre colinas y rodeadas de empalizadas de madera. Practicaban la inhumación individual en fosas y cistas generalmente, pero también en tinajas o en túmulos.

El Bronce Medio se caracteriza por el pleno uso del bronce sobre el cobre, aumentando la elaboración de adornos, armas y utensilios. Este metal se relacionaba ya con actividades cotidianas. El Bronce Medio o Pleno abarca en esta región entre 1600-1200 a. C. y se identifica con la cultura de los Túmulos, caracterizada por los enterramientos individuales bajo túmulos. Estos solían ser casi siempre de inhumación, aunque también hay constatadas incineraciones, y denotan un alto grado de estratificación social. Esta costumbre funeraria se extendió desde el Rin hasta los Cárpatos occidentales y desde los Alpes al Mar Báltico, ocupando aproximadamente el área de los anteriores grupos de Unetice, de los cuales son herederos. Los asentamientos excavados son poco abundantes, ya que estaban construidos con madera y materiales perecederos, por lo que no se ha conservado casi nada. No eran muy grandes y estaban situados tanto en zonas altas con defensas naturales como en el llano. A veces, los primeros se encuentran rodeados de murallas de madera y tierra, con uno o más fosos, siendo sus viviendas de planta rectancular o trapezoidal. Los túmulos tenían planta redonda u ovalada, y estaban rodeados exteriormente por un círculo de piedras. Los ajuares estaban claramente diferenciados por sexos, siendo de armas para los hombres y con adornos para las mujeres, casi siempre en bronce. Es frecuente encontrar depósitos de restos óseos animales en los enterramientos, al igual que la existencia de enterramientos dobles.

Durante el Bronce Final, Reciente o Tardío se desarrolló, aproximadamente, entre el 1300 y el 800-700 a.C., caracterizándose por dos hechos fundamentales:
  • Primeros contactos directos entre sociedades plenamente históricas (griegos primero y romanos después) y comunidades prehistóricas del mediterráneo occidental.
  • Cambio en el comportamiento funerario con la incineración de los cadáveres y su deposición en enormes necrópolis conocidas como campos de urnas. Este hábito se extendió desde Centroeuropa hacia el resto del continente y fue más allá del periodo que nos ocupa, continuando durante la I Edad del Hierro (Hallstatt C). Las grandes diferencias sociales que se detectaban en los ajuares del periodo anterior desaparecen dando paso a unas ofrendas más normalizadas y homogéneas.
En la Europa Central A partir del siglo XIII a.C. comenzó a extenderse la costumbre funeraria de la incineración, con el consecuente depósito de las cenizas en unas características urnas de cerámica, que se enterraban en hoyos practicados en la tierra, formando extensas necrópolis. Estos rasgos fueron típicos de los grupos de los campos de urnas, que llegaron a difundirse desde el Danubio y el Báltico, por oriente, hasta el Mar del Norte y el nordeste de la península ibérica en occidente. Pero estos grupos no formaron ningún ente cultural homogéneo, sino que simplemente asimilaron una moda, manteniendo en muchos casos sus estrategias económicas y sociales anteriores. Se han encontrado en abundancia molinos de piedra, azuelas de bronce y hoces, así como algunos graneros. Se detecta una clara proliferación de oficios y cierta especialización artesanal. Con respecto al comercio, se intensificaron las relaciones comerciales y mejoraron los transportes, con el uso del carro y del caballo como animal de tiro. Se comerciaba con la sal y se inició la producción de vidrio. La cerámica y la orfebrería experimentaron un gran auge, multiplicándose también los centros metalúrgicos.

Europa tiene muy pocos yacimientos de estaño, mineral necesario para la elaboración del bronce, y por ello era de suma importancia en tiempos antiguos importarlo largas distancias desde los distritos mineros conocidos de estaño, principalmente de Erzgebirge, a lo largo de la frontera entre Alemania y la República Checa, de la Península Ibérica, de Bretaña, en Francia, y desde Devon y Cornualles, en el suroeste de Inglaterra. El estaño fue extraído por primera vez en Europa en torno al 2500 a. C. en Erzgebirge (los Montes Metálicos en Alemania y que forma frontera con la República Checa durante 150 km.), y el conocimiento del bronce de estaño y de las técnicas de extracción del estaño se extendieron desde allí hasta Bretaña y Cornualles, alrededor del año 2000 a. C., y luego desde el noroeste de Europa hasta el noroeste de España y Portugal en la misma época.

La Edad de Hierro es el período en el cual se descubre y se populariza este mineral como elemento principal en la elaboración de armas y herramientas. Esta era se inicia en Oriente Próximo (parece que fueron los hititas) y se difunde por el Meditteráneo. Alrededor del año 1800-1700 a. C.  hubo una crisis en la producción de bronce. Varias civilizaciones del Mediterráneo se convirtieron en piratas y asaltaban ciudades para robar el bronce, fundirlo y convertirlo en armas. Hacia el 1200 en Europa central, aparece la Edad del Hierro, que se divide generalmente en Edad del Hierro Temprana (como la de la Cultura de Hallstatt), entre el 800 a. C. y el 450 a. C., y la Edad del Hierro Tardía (como la de la Cultura de La Tène), que empezó hacia el 450 a. C. En Alemania los historiadores suelen diferenciar entre una Edad del Hierro prerromana (La Tène) y otra romana (cultura de Jastorf).

La cultura de los campos de urnas fue la dominante en el norte de Alemania y en los Países Bajos durante la Edad de Bronce Final, desde el 1200 hasta el 700 a. C. (Edad de Hierro). Como no hay testimonios escritos o evidencia  linguística para determinar con seguridad los orígenes étnicos de  los pueblos de los campos de urnas, muchos expertos especulan con que dicha cultura diera lugar al nacimiento de los celtas. Lo que si sabemos con rotundidad que hacia el 500 a. C., dicha cultura dio paso a otras culturas en la Europa Central que denominamos celtas. Ya en la Edad del Hierro (Hierro I), la civilización Halstatt floreció entre el 800 y el 450 a. C. Es denominada así por el nombre moderno del yacimiento austríaco donde se encontró. Explotaban una mina de sal a unos 3.000 metros de altura. La sal tenía una gran importancia en las culturas antiguas, pues permite guardar los productos animales (carne, pescado) durante largos períodos de tiempo. De ahí que extrajeran la sal en un lugar tan inhóspito.La sal de Halstatt se consumió en Austria y en Baviera (Alemania), pero como en la mina de sal también se ha encontrado un cementerio de los mineros con objetos foráneos, es posible que el campo comercial podría ser más amplio, llegando a las Islas Británicas y a la Península Ibérica. En esta fase de comercio precapitalista la finalidad era conseguir importaciones exóticas, permitiendo a sus poseedores hacer ostentación de poder. No se trata de conseguir un beneficio en el sentido capitalista actual.

La cultura de Halstatt dio pasó a la cultura de  La Tène, una civilización que se expandió desde Irlanda hasta Anatolia.

El término celta (keltoi) es de origen griego, quienes pudieron haberlo tomado prestado de iberos o ligures. Los celtas probablemente se llamaban a sí mismos *gal-, o sea: galos (derivados: gálata). A los celtas se les atribuyen ciertas virtudes y características a los celtas como es la independencia, el heroísmo, la arrogancia… Su arrojo en la batalla es, en muchas ocasiones, suicida, pues se enfrentaban desnudos y con poca protección a los arqueros romanos.

En el siglo XVI algunos eruditos ingleses y franceses se vanagloriaban de descender de los celtas, en particular de los druidas. Se empiezan a atribuir los monumentos megalíticos al celtismo, iniciándose una celtomanía. Se va sobreponiendo una visión románticade los celtas, que apenas corresponde con la realidad. Hoy en día, cierta retórica que apela a lo céltico se utiliza con fines políticos, para reforzar las identidades nacionales. Se ve con Boudica en Inglaterra, Vercingetórix en Francia, Viriato en Portugal, Breogán y Numancia en España. En especial invenciones como es el "espíritu celta" o la "herencia celta". Por tanto, según Ruiz Zapatero lo celta es en gran parte, lo que ha sido inventado a partir de la información arqueológica y los datos de fuentes clásicas y medievales, sumando representaciones imaginarias.

A fines del siglo XX se popularizó lo celta como una cultura bien imbrincada en la naturaleza, muy en la onda de los soñadores "ecologistas", pero en la realidad los celtas eran una sociedad bastante belicosa, o al menos, lo eran tanto como los romanos. Hubo incluso un renacimiento de la música celta (probablemente los celtas tuvieran tambores y flautas, pero no violines, un instrumento típico de la música celta). Entre los celtas habían una diferenciación social bastante pronunciada, una sociedad liderada por una aristocracia militar belicosa, además de por los druidas (sacerdotes de una misteriosa religión anímica), que fueron temidos por la ferocidad de sus ataques y la frecuencia de sus raids. Incluso los galos llegaron a conquistar y saquear Roma en el año 390 a. C., después de vencer en la Batalla de Allia. Su sociedad era tribal y estaba basada en los clanes, tal como eran los escoceses hasta hace un par de siglos, donde cada dibujo de una falda ecocesa (kilt) era de un clan determinado. Las mujeres céltas tenían un poder y una autonomía mayores que sus homólogas griegas y romanas contemporáneas. Algunas servían como guerreras e, incluso, llegaron a ser gobernantes. Los celtas eran, principalmente, pastores y en el ganado basaban su economía.


No se ha logrado discernir etnias propiamente celtas entre los primeros grupos de indoeuropeos que penetraron en la Europa central. Según el punto de vista tradicional, solo hasta el siglo V a. C. con el surgimiento de la cultura de La Tène es razonablemente seguro identificar a los portadores de esa cultura como hablantes de lenguas celtas. Desde un punto de vista igualmente tradicional, los primeros pobladores indoeuropeos podrían haber sido los portadores de la cultura de los campos de urnas que se propagaron rápida y extensamente por Europa hacia el siglo XIII a. C. Los portadores de esta cultura se expandieron descendiendo por la margen derecha del Ródano ocupando Languedoc, Cataluña y el bajo valle del Ebro. Otra línea de expansión les llevó a Bélgica y el sureste británico.

La descripción de los contemporáneos griegos y romanos sobre los pueblos celtas no es, en general, muy positiva. Una de las fuentes más utilizdas es Los comentarios sobre la guerra gala, de Julio César (100-44 a. C.). Es un documento escrito por un triunfador de la guerra contra los galos, territorio de Francia, Luxemburgo y Bélgica, pero en la que también describe la vida, los usos y costumbres de otras tribus celtas en áreas en las que hoy se habla alemán.En la Guerra de las Galias también participó la tribu de los suevos o alamanes. Procedentes de la costa báltica, cruzaron el Rin y se instalaron en Alsacia y en una región de Alemania aún llamado hoy como Suabia (estado de Baden-Wurtenberg), en el suroeste de Alemania.

viernes, 9 de enero de 2015

Los limites occidentales de Alemania


La palabra Francia deriva del antiguo nombre "Francie", que significa "la tierra de los francos". Los francos eran un pueblo germánico. Exagerando mucho, se puede decir que Alemania nació en Francia, en la Francia de los francos. La palabra franco (referido a este pueblo) significa "libre". Sin exagerar nada de nada, los francos (y no los galos, pese lo que les pese a los chauvinistas franceses, que hubieran prefertido a los galos) construyeron Francia como país.

Los pueblos francos procedían de la Baja Renania y Westfalia, ambos en la actual Alemania. Renania son las tierras alemanas situadas a ambos lados del Rin. Westfalia está al este del río Rin, contigua a Renania. Posteriormente se desplazaron hacia el oeste, hasta ocupar la actual Bélgica y el norte de Francia. Juntos con otros pueblos que vivían en los límites occidentales del Imperio Romano, fueron de los primeros pueblos germánicos en ser romanizados y en convertirse a la Iglesia Católica (con el rey Clodoveo en el 498). También defendieron las fronteras del Imperio romano contra sus primos germanos del este.

Los francos aprovecharon la debilidad romana para apoderarse de la mayor parte de la Galia romana. Pero también conquistaron territorios al este, tierras que hoy son alemanas, como Turingia y Sajonia, bajo el gobierno de Carlomagno (768-814), donde alcanzaron sus máxima expansión territorial. Crearon un pequeño imperio europeo, que por el suroeste traspasó los Pirineos, la Marca Hispánica, zona de influencia franca del reino de los carolingios. Por el este, este mini-imperio llegó a conquistar o influir sobre gran parte del territorio de la actual Alemania. Y los que dominaban a una parte y otra del Rin eran germanos.

Con el paso del tiempo, ambos grupos se separaron. Al oeste del Rin los germanos se latinizaron, empezaron a hablar el idioma de los galo-romanos, el francés antiguo. Sus primos del este del Rin conservaron su idioma pero empezatron a escribirlo en caracteres latinos, las letras que conocemos, de la A a la Z.


¿Donde está la pureza alemana?

martes, 6 de enero de 2015

Los límites orientales de Alemania


En el mapa, Prusia en el límite de su expansión territorial.

El Ducado de Prusia tiene su origen en el establecimiento de los alemanes en la Prusia Oriental a partir del siglo XII. La provincia que posteriormente recibió el nombre de "Prusia Oriental" era hasta esa época el único territorio llamado propiamente Prusia, ya que su nombre derivaba de sus originarios habitantes prusianos bálticos, no alemanes, quienes fueron asimilados sólo tras las Cruzadas Bálticas y la Drang nach Osten. Los prusios eran un pueblo carente de organización estatal y basado en clanes, que habitaba la orilla suroriental del Báltico. El duque polaco Conrado I de Mazovia invitó a los Caballeros Teutónicos a colonizar esta zona, pantanosa y poco cultivada, pero que formaba una frontera septentrional abierta del aún débil Reino de Polonia. Tras ser en gran parte asimilados los antiguos prusianos bálticos por colonos alemanes étnicos, el territorio fue muy germanizado y se transformó en 1224 en el Estado monástico de los Caballeros Teutónicos, que años después sería el núcleo original del célebre Estado militarista alemán llamado Reino de Prusia.

Colonizada por alemanes entre los siglos XI y XII, Prusia Oriental se convirtió en el centro del Estado de la Orden Teutónica, basado en un núcleo militarista de soldados altamente entrenados. Los Caballeros Teutónicos entraron en conflicto con los reyes de Polonia a fines del siglo XIV pero fueron gravemente derrotados por una coalición polaco lituana en la Batalla de Tannenberg en 1410. La derrota de Tanneberg no causó mayores pérdidas territoriales a los Caballeros Teutónicos pero sí inició un periodo de irremediable decadencia de la Orden, lo cual condujo años después al Tratado de Torun de 1466, por el cual muchos territorios de Prusia pasaban al dominio directo de la Corona Polaca. El resto septenrional del territorio permanecía bajo el control del Estado de la Orden Teutónica, pero el Gran Maestre de la Orden se convertía a su vez en vasallo del monarca polaco.

Más tarde Prusia logró someter a los reinos cristianos de Lituania y Polonia, pero luego Prusia perdió su hegemonía en diversas guerras contra estos últimos, siendo la Guerra polaco-teutónica (1519-1521) la que representó la derrota final. El último Gran Maestre teutón, Alberto de Brandenburgo-Ansbach, renunció entonces al catolicismo, abrazando el luteranismo y juró vasallaje al Rey de Polonia, Segismundo el Viejo. Por su parte, el monarca polaco secularizó los territorios de la Orden Teutónica y se los entregó a Alberto para él y sus herederos bajo la forma de el Ducado de Prusia.

En 1525 el Gran Maestre de la Orden Teutónica, Alberto de Hohenzollern, se convirtió al protestantismo, secularizó la ya disminuida Orden Teutónica y se convirtió en el primer Duque de Prusia, vasallo del rey de Polonia. Debido a la amplia germanización del territorio, los reyes polacos aprovecharon los vínculos comerciales de las ciudades costeras prusianas (como Königsberg y luego Dantzig) y permitieron que Prusia Oriental mantenga su típico carácter alemán, cosa que les costaría muy cara a los polacos en los siglos XVIII, XIX y XX, como veremos más adelante en esta misma entrada.

La línea dinástica de los Duques de Prusia se extinguió en 1618, pasando la propiedad de sus Estados a sus primos los Hohenzollern de Brandeburgo, quienes fomaron en 1701 el Reino de Prusia, desvinculado ya de cualquier relación feudal con Polonia aunque Prusia Oriental en realidad sólo formaba la sección más al este del Reino. Precisamente en estos años Prusia Oriental vivió un gran progreso a la par que el Reino de Prusia, el cual estaba ya convertido en potencia europea bajo el rey Federico Guillermo I de Prusia y luego bajo Federico el Grande a mediados del siglo XVIII.

Al hacerse cargo de Prusia los Hohensollern de Brandenburgo, Prusia Oriental  perdió hegemonía a favor de Brandenburgo, cuya capital era Berlín. Pero describamos el proceso histórico.

Después de la devastadora Guerra de los Treinta Años (1618-1648), Brandeburgo disfrutó de una serie de gobernantes eficientes, que le llevaron para esa época a ser una de las grandes potencias de Europa. El primero de esos gobernantes fue Federico Guillermo I, también llamado «el Gran Elector», quien trabajó para reconstruir y consolidar la país, y con el Edicto de Potsdam abrió las fronteras para los perseguidos Hugonotes durante el gobierno de Luis XIV de Francia. El Gran Elector fue además quien trasladó la capital de la ciudad de Brandeburgo a Potsdam.

Cuando Federico Guillermo murió en 1688, su hijo Federico le sucedió como Federico III en Brandeburgo. Como las tierras que anexionó para Prusia estaban fuera de los límites del Sacro Imperio, Federico asumió (como Federico I) el título de Rey en Prusia el 18 de enero de 1701, con el permiso del Emperador Leopoldo II del Sacro Imperio Romano Germanico.

Brandeburgo aún continuaba siendo la parte más importante del reino, pero ya era referido habitualmente como Brandeburgo-Prusia, y luego como Reino de Prusia. Tras el hundimiento del Sacro Imperio en 1806 y las Guerras Napoleónicas, el Reino de Prusia fue subdividido en provincias (1815), el antiguo electorado de Brandeburgo se convirtió en la Provincia de Brandeburgo. En 1881 la ciudad de Berlín fue separada de esa provincia.

El reino de Prusia recibió tierras de la Primera Partición de Polonia (1772), las que dan al mar Báltico, excepto Danzing (hoy Gdansk perteneciente a Polonia). El resto de las tierras polacas pasó a manos del Imperio Ruso y el Imperio de los Hasburgos. Federico II de Prusia importó gran número de maestros polacos católicos (sobre todo jesuítas, que habían sido expulsados de muchos otros países). También obligó a los principes herederos de Prusia a aprender polaco. Muchos prusianos se asentaron en la parte conquistada de Polonia.

En la Segunda Partición de Polonia (1793), Prusia recibió la ciudad de Danzing-Gdansk y las zonas colindantes.

Con la Tercera Partición de Polonia (1796), Polonia dejó de existir hasta 1807, cuando se constituyó el Gran Ducado de Varsovia. Éste se extinguió en 1815 y Polonia no recuperó su existencia como estado hasta 1918. Prusia se quedó la parte más occidental y Rusia la más Oriental.

La Alemania nazi fijó en 1933 una reorganización administrativa a gran escala eliminando las antiguas provincias heredadas de la época imperial y estableciendo nuevas regiones administrativas denominadas Gau. En tal situación, Prusia Oriental absorbió gran parte de los territorios de la Segunda República Polaca que habían sido invadidos por el Tercer Reich en 1939 y luego anexados a Alemania, aumentando su tamaño aunque ello implicó la expulsión masiva de la población polaca hacia las zonas bajo directa ocupación nazi.

En 1945 la Prusia Oriental, la zona originaria de Prusia, fue separada del resto de Alemania y repartida entre la Unión Soviética y Polonia. Könisberg, la antigua capital de Prusia Oriental, fue rebautizada como Kaliningrado. Dos millones y medio de alemanes fueron expulsados del hogar de sus antepasados, sea por huida voluntaria hacia el oeste ante las ofensivas del Ejército Rojo o al acabar la lucha mediante forzosas "transferencias de población" ordenadas por los gobiernos de Polonia y la URSS. Los habitantes alemanes fueron reemplazados de inmediato por soviéticos y polacos, los nombres germanos de poblaciones y calles fueron eliminados, y se dejó en abandono (o se destruyeron) monumentos que recordaran la antigua presencia alemana en la zona.

La conclusión de este breve resumen de la historia del este de Alemania  es que, por su lado oriental, las fronteras de Alemania han sido muy "fluidas", habiendo una gran mezcla de población, primero germana con baltica y, después, germana con eslava.

¿Donde está la pureza alemana?

Pueblos Indoeuropeos


¡Menuda la armó Hitler con lo de desparramar la palabra pseudocientífica "ario"!

Los linguistas del siglo XIX realizaron un formidable trabajo de liguistica comparada y encontraron similitudes entre algunos idiomas que se hablaban en Oriente Medio, otros idiomas de la India y algunos idiomas europeos. demostró más allá de toda duda que existía un parentesco histórico identificable entre el antiguo avéstico, el antiguo sánscrito y los principales grupos de lenguas europeas que incluyen al latín y al griego, todas las lenguas germánicas, célticas y eslavas. Se habló de un antiguo pueblo, al que como no tenían otro nombre, los científicos llamaron "pueblos indoeuropeos", por la unión de "indo", de la India y europeos, obviamente de Europa.

Este hecho desató la imaginación de muchos locos decimonónicos, ratas de biblioteca casi todos ellos, que crearon teorías sin ninguna base material científica. Como estos pueblos indoeuropeos habrían teóricamente conquistado (en realidad no se sabe si conquistaron algo o fueron aceptados pacíficamente por otros pueblos) unas inmensas tierras, de ahí algunos locos del siglo XIX afirmaron que estos pueblos eran racialmente superiores.

Los primeros pueblos indoeuropeos que conquistaron la Europa Central fueron los pueblos celtas, de los que nunca se reivindica su origen indoeuropeo.

Otros pueblos en la historia han conquistado tierras de enorme extensión, tales como los romanos, los hunos, los mongoles, los españoles, los portugueses, los británicos, etc. Nunca nadie ha propuesto que los hunos o los mongoles sean superiores racialmente a los pueblos conquistados por ellos. Atila y sus muchachos llegaron hasta las puertas de la Roma Imperial. y, por supuesto, conquistaron o desplazaron (haciael oeste) a los pueblos germánicos (que conquistaron la parte más oriental de las Galias romano-célticas, hoy Francia). De hecho, algunos franceses del este de Francia son tan germánicos (o más) que muchos alemanes. Algunos alemanes del este tienen ascendientes eslavos; se llegó a decir que Hitler tenía algún antepasado checo, cosa que nunca se probó.

El origen de la palabra ario:

Vamos de adelante hacia atrás. En inglés se utilizó durante mucho tiempo la palabra Arian(es). Aryan es, desde el punto de vista filológico, una palabra de reciente introducción. La palabra latina Ariānus viene de Ariāna, que significa "la parte este de la antigua Persia". En sanscrito la palabra que se usaba era ārya, que significaba "noble". Pero antiguamente este término era usado para designar a aquellos que adoraban a las deidades védicas (sobre todo Indra). El término sanscrito proviene, a su vez, de los idiomas Indo-Iranios (o Proto-Indo-Iranios) arya (o aryo) con la que esos pueblos se denominaban a sí mismos. Además, la palabra actual Irán, antiguamente Persia, es la palabra persa para denominar la tierra o el lugar de los arios.

¿Los arios provienen del norte de Europa?

Durante el siglo XIX se propuso que la palabra ario era la palabra que los pueblos indoeuropeos usaban para llamarse a sí mismos, que como vemos, es la primera acepción de dicho término. Basadas en las especulaciones sin fundamento de que el hogar de los proto-indoeuropeos

lunes, 5 de enero de 2015

La Revolucion Neolitica

La última glaciación acabó hace unos 12 o 11.000 años y hace unos 10.000 o 9.000 años se produjo una revolución neolítica que abarcó varias partes del mundo.

Los siguientes son los acontecimientos más destacados de los tres primeros siglos de la Revolución Neolítica, aunque no se considera auténtica revolución hasta el octavo milenio a. C.

Milenio X:
  1. en el 10 000 a. C. se empieza a cultivar la calabaza, aunque solo como recipiente para agua y alimentos; en Persia se empieza  domesticar la cabra;
  2. en el 9500 a. C. en Turquía hay evidencias de cosechas -- aunque no necesariamente de cultivos -- de cereales;
  3. en el 9300 a. C. el valle del Jordán se cultivan higos:
  4. en el 9000 a. C. (o antes): en Jericó (Israel), se comienzan a construir las primeras paredes de piedra (viviendas y posiblemente un templo).
  5. en la zona desde Siria hasta Irak empieza la cultura neolítica. Los seres humanos aprenden a domesticar la oveja.
Milenio IX:
  1. En todo el mundo retroceden los últimos restos de la Glaciación de Würm (la última era de hielo), se cree que en algún momento entre el 8000 a. C. y 6000 a. C. el crecimiento de la población humana llega a los 8 millones de habitantes en todo el mundo gracias en parte al asentamiento de la población nómada.
  2. En los montes Zagros (de 1500 kilómetros, entre el Kurdistán iraquí hasta el Golfo Pérsico) los pobladores son los primeros humanos que domestican animales.
  3. Göbekli Tepe (en el sureste de Turquía), posiblemente uno de los primeros lugares creados para el culto de los muertos; comienza el neolítico.
  4. Mientras Europa Occidental y especialmente la Europa Nórdica todavía están afectadas por las secuelas del deshielo de los glaciares, Asia (que se encuentra en un periodo preneolítico) y sobre todo el Oriente Próximo entran en la revolución neolítica: agricultura, ganadería, alfarería.
  5. En Irak comienza la agricultura (cultivos de cebada).
  6. En Irak se domestica el cordero y se inicia la agricultura aunque sin alfarería (lo que se llama neolítico precerámico).
  7. En Japón se comienza a desarrollar una alfarería primitiva.
  8. En China viven Nüwa (la inventora de la agricultura), Fuxi (primer rey mítico, creador de los trigramas de adivinación, primer esbozo de una escritura) y Shennong (el agricultor divino, tercer rey mítico).
  9. En Mureybet (Siria) uno o más artesanos crean cerámicas (que actualmente se conservan).
  10. 8350 a. C. aprox.: en Jericó (Israel) se crea una pequeña aldea neolítica.
  11. En México aparecen los primeros indicios de agricultura.
Milenio VIII:
  1. En Sudamérica se empiezan a cultivar papas (patatas) y frijoles.
  2. En China se comienza a cultivar arroz.
  3. En los primeros siglos de este milenio termina la última glaciación viene acompañado por un rápido ascenso en el nivel del mar. Se sumergen los puentes terrestres que unían Asia con Norteamérica y Australia.
  4. En la región conocida como la Creciente fértil, se cultivan la cebada, el farro y el trigo como cereales silvestres.
  5. 8000 a. C.: los seres humanos aprenden a tejer (es decir, a entrelazar fibras para formar tejidos).
  6. 7500 a. C.: se realizan las primeras embarcaciones conocidas; fueron canoas hechas con troncos ahuecados. Posteriormente, se le agregaron remos para poder avanzar y dirigirlas.
  7. 7500 a. C. aprox.: en Turquía se funda la aldea de Chatal Joiuk (la más antigua del mundo), que será destruida por un incendio en el 2800 años más tarde.
  8. 7500 a. C. aprox.: en Irak se empieza a usar el lino para hacer tejidos.
  9. 7370 a. C. aprox.: en Jericó se termina de construir la famosa muralla.
Tal como se puede ver arriba, la Revolución Neolítica consiste en dos cosas muy relacionadas entre si:
  • se pasa de una economía recolectora (caza, pesca y recolección) a otra productora (agricultura y ganadería); y
  • como consecuencia de lo anterior, se pasa de una vida nómada a otra sedentaria.
Si bien en el sexto milenio a. C. llegó la agricultura al centro de Europa, no será hasta el milenio siguiente en él que el sistema productor esté más perfeccionado. En el sexto milenio la agricultura y la ganadería no producían lo suficiente como para mantener la vida humana en el centro de Europa, con lo que se combinaba con la caza, la pesca y la recolección.

En el quinto milenio a C.: En el siglo 49 se empieza a excavar pozos en Europa Central. en el siglo 46 se introduce o se inventa el arado en Europa. Hacia el 4500 se desarrolla el comercio. En el sig 41 los pueblos indoeuropeos rusos emigran hacia el Oeste (Europa) y hacia el sur (Irán) [tambien Milenio IV: The Yamna culture ("Kurgan culture"), succeeding the Sredny Stog culture is the locus of the Proto-Indo-Europeans according to the Kurgan hypothesis; The Pit Grave ("Kurgan culture"), succeeding the Sredny Stog culture is the locus of the Proto-Indo-Europeans according to the Paleolithic Continuity Theory; ver también Proto-Indo-European Urheimat hypotheses; enlace]. Entre el sexto y el tercer milenio se desarrolla la cerámica linear, también en el centro de Europa.

Milenio IV: (enlace)

domingo, 4 de enero de 2015

Los Cromañones


Los cromañones u Hommo Sapiens del Paleolítico, al igual que los neandertal, provienen de África y se desplazaron a Asia y Europa. Son originarios del este de África (entre 100 y 200 mil años atrás). Ocuparon la Península Arábiga hace 60.000 años. Hace 37.500 años ocupaban el actual Egipto, la península de Sinaí, gran parte de la zona del cercano oriente (Siria, Jordania, Iraq, etc.) y el sureste de la península de Anatolia (hoy Turquía). Hace 35.000 años se habían despalazado hacia el norte por las tierras existentes entre el Mar Negro y el Mar Caspio, habían ocupado toda la península de Anatolia y, habían cruzando el Estrecho del Bósforo entrado en Europa por la actual Bulgaria. Por la vertiente sur del Mediterráneo (la costa africana), habían ocupado la actual Libia. Hace 32.500 años habían ocupado gran parte de Rusia occidental, casi todos los países de Europa del Este, incluyendo la parte oriental de Polonia y Chequia, la mitad sur de la bota italiana, Túnez y la parte oriental de Argelia. Hace 30.000 años ya habían ocupado Alemania, casi toda Francia (excepto el noroeste) y el noreste de la península Ibérica. Hace 20.000 años ya habían alcanzado todos los límites occidentales de Europa, deteniendo su migración hacia el oeste. En su penetración europea seguramente usaon el corredor del Danubio y el del Rin para facilitar sus migraciones.

Los análisis del DNA mitocondrial colocan a la población de los primeros sapiens europeos como un grupo hermano de los grupos asiáticos. La piel de color claro de los europeos modernos del norte de Europa es un fenómenos relativamente moderno y, con probabilidad, apareció entre 6 y 12 mil años atrás. Los cromañones tenían un color de piel que oscilaba entre un marrón claro y el color tostado. Probablemente también tenían ojos azules y pelo oscuro.

Los cromañones eran anatómicamente modernos, con miembros largos y finos, y más altos que sus contemporáneos neandertales. Se cree que tenían una media de 176,2 centrímetros, aunque los machos más altos debían alcanzar 195 cnt., e incluso más. Se diferencian de los humanos modernos en que tenían un físico más robusto y una capacidad craneal algo mayor. Los cromañones tenían caras anchas y narices prominentes. Un signo distintivo propio fueron las órbitas de los ojos de forma rectangular. El aparato vocal de los cromañones era como el de los humanos actuales y, con mucha probabilidad, eran capaces de hablar. Vivían en cuevas y, ocasionalmente, en campamentos al aire libre. Fabricaban herramientas y tenían una concepción del arte, ya que esculpían figuras pequeñas y pintaban en sus cuevas. Sin que pueda considerárseles sedentarios, posiblemente mantenían un lugar preferente de residencia, que ocasionalmente abandonarían para trasladarse a otro. La forma de vida era cazadora-recolectora. Cazaban en grupos; los animales grandes, con trampas; y los pequeños, con piedras y saetas.

El análisis del ADN de los neandertales indica que el hombre actual no proviene de aquellos. Los neandertales evolucionaron a partir de una especie todavía más antigua, el homo erectus, que llegó a Europa hace 800.000 años o más [como demuestran los fósiles de Atapuerca], pero los neandertales vivieron hace entre unos 120.000 y 30.000 años.

Por el contrario, la mayoría de los antropólogos piensa que el homo sapiens vino de África, siendo descendientes del homo erectus africano, no del homo erectus que había emigrado a Europa. Ocuparon el espacio de los anteriores homos, sustituyéndoles, pero con poca o ninguna mezcla entre ellos. Otros investigadores piensan que el humano moderno desciende del homo erectus que emigró a Europa y que el neandertal fue un paso intermedio. Sería algo así como si discutir si el neandertal eran nuestros abuelos (la primera hipótesis) o si los neandertales y los cromañones son primos más o menos lejanos.

Un trabajo publicado en la revsita Cell introdujo un nuevo método de analizar la cuestión. En vez de discutir sobre restos fósiles, un trabajo científico de la Univesidad de Bonn se puso a analizar la varrabilidad genética de los seres humanos actuales. Se llegó a la conclusión de que toda la humanidad desciende de un antepasado común africano llegado a Eurasia en un momento relativamente reciente. Después se permitió a los investigadores alemanes extraer el ADN de los fósiles del valle de Neander en 1856. De este estudio se desprende que la humanidad actual y los neandertal se separaron hace 600.000 años para no mezclarse nunca jamás (otros estudios datan esa separación de hace 700.000 años y otros de hace 500.000 años). Sin embargo, otro trabajo publicado en 2007 demuestra lo contrario: que los neandertales y los sapiens se habrían separado hace 35.000 años. Cada equipo acusa al otro de permitir la contaminazión del ADN neandertal con ADN humano.

Los últimos estudios afirman que neandertales y humanos comparten el 99,5% de sus genes. Como vemos la polémica aún no ha finalizado.

En Austria en 1908 se encontró una figurita (11,1 cms de altura) de una mujer humana exageradamente sexualizada, llamada venus de Willendorf por el lugar en que se halló. Tendría una datación de entre 28 y 25 mil años antes de Cristo. Se supone que es la representación de una diosa de la fertilidad (agrícola), aunque no hay nada seguro sobre este tema.

El descubrimiento más reciente sería el relatado en la entrada Hohle Fels.